En
primer lugar, siéntate y relájate. Deja que se vaya el estrés del día y date
tiempo para experimentar una verdadera paz. Muestra tu deseo firme de ir más
allá de tu pensamiento y libérate de toda preocupación y sentimientos
negativos.
A lo largo del ejercicio, colocarás tu mano derecha sobre diferentes chacras o centros de energía en el lado izquierdo de tu cuerpo, y te pondrás en contacto con tu energía Kundalini, que es la energía maternal que hay en ti. Estos pasos despetarán tu Kundalini y la ayudarán a ascender a través del sistema sutil, hasta subir por encima de la cabeza, donde te conecta con la energía omnipresente que nos rodea. Cuando esto sucede, experimentas tu autorrealización, donde te haces consciente de tu verdadero ser: el Espíritu.
A lo largo del ejercicio, colocarás tu mano derecha sobre diferentes chacras o centros de energía en el lado izquierdo de tu cuerpo, y te pondrás en contacto con tu energía Kundalini, que es la energía maternal que hay en ti. Estos pasos despetarán tu Kundalini y la ayudarán a ascender a través del sistema sutil, hasta subir por encima de la cabeza, donde te conecta con la energía omnipresente que nos rodea. Cuando esto sucede, experimentas tu autorrealización, donde te haces consciente de tu verdadero ser: el Espíritu.
Deberías
tomarte este ejercicio como un experimento, adoptando una actitud abierta y no
enredándote en análisis y preguntas. Se trata, pues, de hacerlo y luego, al
finalizar, comprobar sus resultados. También es necesario comentar que cuando
te hagas las preguntas interiormente no hay que esperar una respuesta mental,
sino simplemente lanzar la pregunta y dejar que la energía reaccione como tenga
que hacerlo.
Comenzamos…
Siéntate
en una silla con la espalda recta pero cómoda, los pies sobre el suelo y
ligeramente separados y tus manos sobre las rodillas con las palmas hacia
arriba.
Paso
1
Coloca
tu mano derecha sobre el corazón y, de una forma tranquila y reposada, pregunta
tres veces:
"Madre,
¿soy yo el Espíritu?"
Paso
2
A
continuación coloca tu mano derecha sobre la parte superior del abdomen, a la
altura del estómago, por debajo de las costillas y, desde el corazón, pregunta
tres veces:
"Madre:
¿soy yo mi propio maestro?"
Paso
3
Después
coloca tu mano derecha en la parte inferior del abdomen, presionando un poco
sobre la ingle izquierda, y repite seis veces:
"Madre,
por favor, dame el conocimiento de la Verdad"
Paso
4
A
continuación coloca de nuevo tu mano derecha sobre la parte superior del
abdomen, a la altura del estómago, por debajo de las costillas, haz la
siguiente afirmación diez veces:
"Madre,
yo soy mi propio maestro"
Paso
5
De
nuevo coloca tu mano derecha sobre el corazón y, lleno de confianza y desde lo
más profundo de tu interior, afirma unas doce veces:
"Madre,
yo soy el espíritu"
Paso
6
Después
coloca tu mano derecha en la parte izquierda del cuello y gira la cabeza hacia
la derecha. Para limpiar este centro, debe desaparecer todo sentimiento de
culpa. Para ello afirmamos unas dieciséis veces:
"Madre,
yo no soy culpable de nada"
Paso
7
Ahora
coloca tu mano derecha sobre la frente, presionando ligeramente las sienes.
Para limpiar este centro debemos perdonar. Desde el interior, y con total
sinceridad, repite varias veces:
"Madre,
yo perdono a todo el mundo y me perdono a mí mismo"
Paso
8
A
continuación, coloca tu mano en la nuca y pide perdón por todos los errores que
puedes haber cometido, consciente o inconscientemente. No te sientas culpable.
En tu interior repite varias veces:
"Madre,
si he cometido algún error en contra de mi espíritu, consciente o
inconscientemente, por favor perdóname"
Paso
9
Manteniendo
los ojos cerrados, presionamos con la palma en el centro de la cabeza, al
tiempo que masajeamos con suavidad el cuero cabelludo girando en el sentido de
las agujas del reloj siete veces. Cada vez que gires, pide con humildad:
"Madre,
por favor, dame la conexión con el divino"
Paso
10
Ahora,
siéntate unos minutos en meditación y disfruta de la paz.
Cuando
termines, levanta tu mano derecha unos 10 cm. Por encima de tu cabeza y
comprueba si sientes en la palma de la mano una ligera brisa fresca que sale de
la fontanela. Ahora cambia la mano derecha por la izquierda y comprueba si
también la sientes.
El
ejercicio ha terminado. Que
disfruten del Ejercicio
Namaste
Publicado
en Cusi Huasi
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