Siempre que estemos cerca de otras personas no muy
positivas o en lugares cargados de radiación electromagnética podemos estar
exponiéndonos a las energías sutiles que de éstos se desprenden. Aunque la
mayoría de las veces estas energías son positivas, pueden llegar a ser
beneficiosas. Hay ocasiones en que las energías que emanan las personas así
como los pensamientos negativos y las emociones pueden ser tóxicos para
nosotros, hay que ser conscientes que las energías negativas de aquellos que
nos rodean pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra aura y a su vez puede
causarnos daño a todos nuestros “cuerpos”sutiles energéticos. Por “cuerpos” se
entiende, el cuerpo emocional, cuerpo mental, cuerpo espiritual y por supuesto
finalmente tu cuerpo físico. Todos y cada uno de ellos están contenidos en
nuestra aura. Afortunadamente, la naturaleza nos ha obsequiado con piedras y
cristales que podemos utilizar para proteger nuestra aura del ataque o efectos
de las energías negativas que nos rodean.
¿ QUE ES EL AURA?
Todo cuanto nos rodea tiene un aura, ya sea vivo o
inanimado. El aura es un campo de energía creado por átomos y moléculas que
componen toda la materia. El propio universo vibra a una cierta frecuencia
creando así una naturaleza electromagnética. El aura en cada persona es tan
única como sus huellas dactilares. Según el estado del aura puede proteger,
atraer, influenciar o incluso hacernos enfermar. Hay que comenzar a ser
conscientes que este campo de bioelectricidad que nos rodea se puede programar
usando nuestro poder mental. Cuando la meditación se realiza de forma constante
aumenta nuestra sensibilidad y podemos llegar a percibir las distintas
frecuencias vibratorias que nos rodean. El tai chi o el Yoga también ayudarán a
fortalecer y también a equilibrar nuestras energías.
Nuestra aura actúa como una pantalla protectora para
bloquear y repeler las energías negativas, los pensamientos y sentimientos de
los demás y también para evitar la posible fuga de nuestra propia energía.
Además los “desgarros” o los “agujeros” en nuestra aura se pueden formar desde
dentro del aura, debilitándola lentamente por lo que sin darnos cuenta seremos
susceptibles de ser invadidos por energías externas. Estos “agujeros” tienen su
origen en muchas causas, como el estrés, traumas, depresión, abuso y lesiones
físicas o enfermedades, por nombrar sólo algunas.
Energías
negativas
Las energías
negativas de las personas vienen a través de muchas formas como el estrés por
ejemplo, que puede ser contagioso y se transmite de una persona a otra. La
irritabilidad y la ira son también energías negativas que fácilmente pueden
pasar de una a otra persona y son energías negativas altamente contagiosas.
También existen los llamados vampiros psíquicos. Cuando nuestra aura no es
fuerte podemos sentir como estas personas nos van extrayendo toda nuestra
energía haciendo que nos sintamos agotados. Una maravillosa piedra para
protegernos contra el vampirismo psíquico es la Labradorita que evita cualquier
pérdida energética.
Dos buenas
piedras para protegernos contra los ataques psíquicos son la Turmalina Negra que
protege de las energías negativas y el cuarzo rosa, que transforma los
sentimientos negativos en positivos y para la curación de las emociones es la
más adecuada. Casi todas las piedras oscuras o negras nos ayudan a protegernos
de las influencias y los efectos de las energías negativas. Algunas de éstas
son el cuarzo ahumado, hematita, ónix negro y obsidiana negra.
Las siguientes
piedras se pueden utilizar para mantener nuestra salud áurica y nuestra
protección en general:
Ámbar: alinea
los cuerpos sutiles con el cuerpo físico, de esta forma nos libera de cargas
negativas tanto las nuestras como de las ajenas.
Amatista: cura
“agujeros” en el aura, la limpia, canaliza la energía divina para proteger el
aura.
Lágrimas de
Apache: protege el aura y le impide absorber las energías negativas de
cualquier fuente, pero sobre todo la negatividad de otras personas.
Jaspe de sangre:
limpia el aura.
Cornalina: repara
el aura.
Citrino: limpia
y alinea el aura.
Magnetita:
fortalece el aura.
Cuarzo: limpia,
protege y fortalece el aura.
Cuarzo ahumado:
armoniza la energía y elimina la energía negativa del aura.
Turmalina verde:
cura aquellas partes del aura que han sido dañadas por diversas energías
emocionales.
Como reparar y
cuidar nuestra aura
Una forma de
sanar el aura es pasando lentamente la piedra o cristal elegido por el aura (el
espacio alrededor de todo el cuerpo). Puedes llegar a sentir frío y vacío o
bien calor, en cada persona la piedra puede sentirse de una forma diferente, a
veces es como si se fuera enfriando o vibrando ligeramente, otras veces se
percibe un calor y un leve cosquilleo. Si eres sensitivo y has localizado un
“agujero o un desgarro” en tu aura entonces, mantén la piedra sobre la zona
durante varios minutos. Quizás sientas la necesidad de mover la piedra
alrededor de la zona en círculos hacia la derecha o bien con un movimiento
ascendente y descendente. De esta forma la rotura se “sellará”, es decir
quedará reparada. Después no olvides limpiar la piedra en cuestión. La forma
más fácil de usar las piedras para la protección es llevar la piedra elegida
siempre con nosotros, de esta forma nos aportará la protección de forma
constante.
Piedras de
protección comúnmente utilizadas como amuletos
Ágata: protege
contra el peligro, los problemas personales y los espíritus malignos. Protege
durante los viajes.
Ojo de Ágata:
ahuyenta el mal de ojo.
Ámbar: protege
el aura y funciona como un protector en general.
Amatista:
protege contra las energías negativas, la magia negra, ataques psíquicos y el
desgaste de curación. Protege durante los viajes. Protege a los soldados de
cualquier daño. Protege de los intentos de otros para robar el poder de uno.
Angelita:
aumenta la protección angelical.
Lágrimas de
Apache: protege el aura y protege del estrés ambiental.
Aquamarina:
contrarresta la atracción de los espíritus oscuros y atrae a los seres de luz.
Piedra de
Sangre: protege contra el engaño, los espíritus dañinos, heridas y picaduras de
insectos. Ofrece protección psíquica.
Cornalina:
protege de las energías negativas y bajos astrales. Se dice que bloquea de los
intentos telepáticos hacia su portador.
Citrino: te hace
menos susceptible a las influencias negativas. Además ayuda a la inspiración y
la creatividad.
Diamante: se
dice que protege contra las plagas y la pestilencia, las pesadillas de
entidades negativas del mal de ojo y de la magia negra.
Esmeralda:
protege la salud y da suerte en los juegos de azar. Potencia la economía.
Epidota: protege
contra circunstancias conflictivas.
Fluorita:
funciona como un escudo psíquico, potencia las capacidades psíquicas del
portador mientras permite la conexión con los reinos espirituales. Además
protege de los campos electromagnéticos.
Jade: protege a
los niños contra las enfermedades infantiles. Su energía aporta longevidad a su
portador.
Jaspe:
protección en general, así mismo protege contra espíritus negativos. Se dice
que protege contra la picadura de animales venenosos.
Labradorita:
protege el aura de energías negativas y contra los ataques psíquicos, el
vampirismo psíquico y de las posesiones espirituales.
Malaquita:
protege contra la negatividad de los demás y de los ataques psíquicos. Protege
contra la radiación y envenenamiento.
Marcasita:
protege de energías negativas y de entidades de oscuridad.
Piedra Lunar:
protege contra los peligros de los viajes.
Obsidiana:
bloquea las influencias negativas. Protege contra el estrés ambiental.
Ónix Negro:
protege de los espíritus dañinos y el estrés ambiental. Bloquea influencias
negativas.
Ópalo: protege
al portador de aquellos que quieren hacerle daño.
Peridoto: una
potente protección contra las fuerzas negativas. Actúa como un potente escudo
de protección contra las fuerzas negativas.
Cuarzo: Es un
potente protector y sanador a todos los niveles. Pudiéndose complementar con
otros cristales o piedras.
Cuarzo Ahumado:
protege contra influencias negativas.
Cuarzo con
Turmalina: protege la vida en esta encarnación.
Rubí: protege
contra los ataques psíquicos y las desgracias.
Sugilita:
protege al alma de los golpes y las desilusiones.
Ojo de Tigre:
protege contra intrusiones espirituales negativas y además protege a los
viajeros de los accidentes de automóvil.
Topacio Azul: protege
de cualquier daño.
Turmalina Negra:
protege contra las influencias nocivas físicas y psíquicas, tales como ataques
psíquicos, el vampirismo psíquico, posesión de espíritus y las posibles
intrusiones dañinas de espíritus oscuros. Protege el aura de los hechizos y del
mal de ojo.
Turquesa:
protege de posesiones y ataques de bajos astrales en los sueños.
Nunca se deben
olvidar las afirmaciones positivas. Repite esta afirmación todos los días para
crear un aura fuerte y limpia visualizando como una columna de luz blanca y
resplandeciente desciende del cosmos hacia tu séptimo chacra (encima de tu
cabeza).
“Mi aura es muy potente y me protege en todo
momento”
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